lunes, 30 de mayo de 2011

UN LINK ESPECIAL

Esperamos que les guste. Simplemente hemos trabajado algunas horas con la intención de regalarles y regalarnos una nueva página que queda vinculada a este BLOG, En realidad, ambos sitios ahora interactuarán de algún modo. Esto nos permite seguir creciendo y ofrecerles un mejor servicio.
Básicamente, en el nuevo sitio encontrarán una interesante GALERÍA DE IMÁGENES, que por ahora cuenta con una cantidad de fotos sin clasificar, algunas muy nuevas, otras antiguas, todas representativas. 
Iremos enriqueciendo el nuevo sitio. Coexistirán ambos, este blog y el nuevo sitio web.
También iremos informando acerca de las novedades e incorporaciones que hagamos, de todos modos la mejor manera es viendo por ustedes mismos con cierta frecuencia, así que, no dejen de visitarlo haciendo click en el botón verde GALERIA DE IMAGENES que se encuentra en la columna de la derecha. Por las dudas, el sitio es:   

http://www.wix.com/sindicatoguardavidas/preblog#!

domingo, 29 de mayo de 2011

LA CAPACITACIÓN SINDICAL

El Teniente General Juan Domingo Peron expone, con su caracteristica claridad, conceptos respecto de los valores que debe tener el dirigente sindical. Era manifiesta su preocupación por procurarles a los dirigentes los elementos necesarios para complementar las dotes naturales que los habían ya convertido en conductores de las Organizaciones Sindicales. Para destacar, los párrafos que les dedica a los "sabios e intelectuales ignorantes, que quieren arreglar lo que ya está arreglado", en referencia a personajes que se repiten a lo largo de nuestra historia. Iluminados profesores infatuados de pseudo-conocimientos que procuran únicamente engañar.

Escrito por Juan Domingo Perón.





Discurso del 30 de abril de 1974 del entonces Presidente de la Nación , Teniente General Juan D. Perón, al inaugurar, en la CGT , los cursos de capacitación sindical para la conducción superior.






Compañeros:
Es para mí una inmensa satisfacción poder iniciar desde esta tribuna los cursos de capacitación para la conducción superior de la organización sindical argentina.
Siempre he sostenido que las organizaciones sindicales no valen sólo por él numero de cotizantes, sino más bien por la calidad de los dirigentes que la conducen y las encuadran. De esta manera, hablar de las escuelas sindicales es hablar de la cualificación, de la dirección y conducción de los gremios adheridos a la Confederación General del Trabajo.

Han pasado ya treinta años de cuando por primera vez pronuncie estas mismas palabras en la primitiva Confederación del Trabajo, entonces pequeña y sin una organización suficiente; pero el transcurso de estos años ha permitido observar, no solamente a la organización multitudinaria de los trabajadores argentinos, sino también la sabiduría y prudencia de sus dirigentes, formados en las escuelas sindicales que funcionaron durante los diez años de nuestros primeros gobiernos
.

FACTOR PARA LA CONDUCCIÓN
Una escuela sindical esta destinada a dar a la organización el factor más importante para su conducción acertada. El aspecto cuantitativo lo da él numero qué hoy conocemos y que aglutina casi totalmente a la clase trabajadora argentina. El aspecto cualitativo lo da, precisamente la calidad de los dirigentes que conducen y encuadran a esas organizaciones.
En este sentido, acabamos de rendir homenaje a un gran dirigente sindical: el compañero Rucci, que murió en su puesto de combate, sacrificándose por mantener incólumes los principios sobre los cuales pusimos la piedra fundamental de una organización que, en la comunidad argentina, representa un modelo y un ejemplo que todos deben imitar.

Esos son los dirigentes que deben salir de nuestras organizaciones escolásticas. Es indudable, que el conductor no se hace, el conductor nace; por eso, una escuela del aspecto conductivo de las organizaciones debe utilizar, perferencialmente, los hombres que por sus valores intelectuales y morales, surgen de la propia masa.

Seria inútil reclutar ni a los más sabios ni a los mas jóvenes para prepararlos, en consecuencia, estaríamos quizás perdiendo el tiempo.

Esta es una escuela para dirigentes ya formados, esos dirigentes que solos han fluido de la propia masa, a raíz de sus valores personales. Esos son los dirigentes de la conducción.


LA CONDUCCIÓN
El conductor, en cualquiera de sus aspectos, es siempre un hombre que no sólo ha cultivado la capacidad de acción, sino también los valores morales que le dan la autoridad que necesita para conducir.
La conducción de la clase trabajadora no es un mero acto administrativo sino que es, precisamente, la aplicación de los principios orgánicos y de acción que rigen la actividad de los hombres quienes están destinados a realizar algo por el país y por la clase trabajadora. Es inútil la charlatanería de los que normalmente están siempre en contra de la realidad y de la verdad, de esos teóricos o especuladores que abundan como excrecencias malditas en todas las organizaciones de la vida.

Señores: durante los últimos treinta años hemos observado en nuestras organizaciones sindicales la presencia de muchos de estos falsos apóstoles, que han ido quedando en el camino despreciados y vilipendiados, como lo merecieron.

No se improvisaron los dirigentes cuyos valores morales e intelectuales los capacitan para la conducción. Los que llegan a ella es porque tienen valores reales, y quienes lo discuten son, precisamente, aquellos que en los hechos y en la acción de todos los días, no han sido capaces de demostrar semejantes valores.



LA ORGANIZACIÓN ARGENTINA

Compañeros: he recorrido casi todo el mundo y he intercambiado opiniones con los trabajadores de la mayoría de los países que he visitado. Individualmente, no he encontrado en ninguna parte del mundo una realidad organizativa como la que tienen los trabajadores argentinos.
Esta es una virtud que se premia con los resultados que observamos todos los días, en todas las actividades de la República. Hoy más que nunca, cuando la clase trabajadora, interviniendo directamente en la acción de gobierno, alcanza un pacto social que a través de un esfuerzo y a veces de un sacrificio de todas las fuerzas activas del país, posibilita recomponer una situación caótica que hemos recibido y que debemos reparar y reconstruir indefectiblemente, comenzando por el hombre, que es el valor decisivo de los tiempos.

Nosotros podemos tener una absoluta seguridad de que si nuestros dirigentes de la conducción asimilan las enseñanzas que se impartirán en estos cursos, se capacitarán altamente para la función que les compete.

No es que vayamos a formar dirigentes, vamos a darles armas a esos dirigentes para que sean más capaces en todas las ocasiones. Vamos a cultivar esa materia gris, sin la cual la vida no tiene norte ni tiene timón.

Estamos observando en el panorama argentino, a todos esos sabios sueltos e intelectuales ignorantes que quieren arreglar las organizaciones que ya están arregladas.



LOS QUE NO TIENEN CABIDA

Cuando se alcanza un grado orgánico, como el de la clase trabajadora argentina, esos tontos no tienen cabida en ninguna parte.
Es por eso que inicié esas palabras diciendo que tengo una inmensa satisfacción en dar este puntapié inicial a la marcha de una institución escolástica de los gremios, que ha de formar no solamente conciencias morales, sino también capacidades intelectuales para desempeñarse mejor en la tarea que incumbe a la conducción.

También –como dijera antes- no vamos a dar dirigentes; vamos a perfeccionarlos, porque si el dirigente nace, también el trabajo puede convertirlo en genio. Si la conducción genial nace con el individuo, no es menos cierto que el genio también es trabajo.


VALORES MORALES
Trataremos de poner en las cátedras a los mejores hombres que tengamos. Esos mejores hombres no son precisamente, los que más saben sino los que más valores morales poseen. Porque en el hombre, lo importante es que sea bueno. Si ese hombre es bueno, hay que darle todas las armas, y si es malo hay que quitárselas, porque no servirán sino para hacer daño a sus semejantes.
Esta escuela sindical, que nace como organismo superior de la conducción de la organización gremial, tiene la tremenda responsabilidad de formar esos hombres buenos, de seleccionar lo mejor que tengan y de colocar a su frente a la intelectualidad necesaria, que este calificada con un profundo sentido moral, sin lo cual no vamos a llegar a grandes resultados.

Creo, simplemente, que se trata de formar hombres y para eso la escuela es simple. Hay que tomar al hombre y formarlo en las virtudes que lo califican mejor y luego enseñarle todo lo que se puede enseñar para que él, no solamente lo realice, sino que lo trasmita a sus semejantes y a sus subordinados.

A esa escuela de jefes -porque es superior- hay que adicionarle las demás escuelas sindicales para formar los almácigos de dirigentes de encuadramiento, los que están en contacto diario con la más; esos que se han ido formando a fuerza de dolor y sacrificio, para conducir a sus compañeros. Es a ellos a los que hay que ayudar también, trasmitiéndoles, por los dirigentes ya formados, la escuela que ha de servir de ejemplo para el futuro de las organizaciones gremiales.



UNIDAD EN LA LUCHA

No se puede pensar en la estabilidad de una organización cuyos dirigentes de conducción y de encuadramiento no tengan una concepción única que permita también una absoluta unidad de acción en la lucha y en el trabajo de todos los días.
Compañeros: Para terminar con estas palabras, que son más que nada un deseo y una aspiración que nace de los más profundo de mi corazón, quiero decirles algo a aquellos que actuarán en los cursos, en la enseñanza y en la dirección de la escuela sindical: si se forma una escuela seria, sincera, donde se trabaje fervientemente por adquirir los conocimientos necesarios para una mejor conducción, podemos descansar tranquilos sobre su responsabilidad, porque sabemos que han de cumplir totalmente la misión que se les encomiende.

Al iniciar los cursos, deseo que se acuerden siempre de cuanto vinimos diciendo desde hace treinta años: todo lo que sea esfuerzo y sacrificio para una organización unida y solidaria, es la función primordial que ha de caracterizar a la organización de la clase trabajadora. Si eso se realiza, podemos desde ya encontrar el éxito, que les deseo de todo corazón.



(Los destacados  son del editor de este Blog)

sábado, 28 de mayo de 2011

PRACTICAS DEPORTIVAS RECOMENDADAS EN INVIERNO PARA GUARDAVIDAS



Imágenes fantásticas con movimiento


SKATE !!!!!!!   
En el Parque Municipal de Deportes hay unas buenas pistas para la práctica de este bellísimo deporte. 
Por que no ? es ideal para estimular la coordinación y aporta una excelente forma física.  Si encuentran una chica como la de arriba practicando, (además de que les van a brillar los ojitos mas que esta imagen)  seguramente no habrá día en el que no vayan, ni aunque llueva...

PLAYAS DEL MUNDO

Inauguramos un nuevo espacio en nuestro Blog. La idea es ofrecerles imágenes de playas de otras latitudes. Seguramente que las hay muy hermosas, con aguas cristalinas y un sofisticado movimiento turístico internacional, pero están muy lejos y, después de todo, las playas de Mar del Plata son lindas también, y además, SON NUESTRAS.  Pero bueno, vamos con las imágenes. Estas son playas de Ciudad del Cabo, Sudáfrica.


Ciudad del Cabo fotos
Esta foto de Ciudad del Cabo es cortesía de TripAdvisor



Ciudad del Cabo fotos
Esta foto de Ciudad del Cabo es cortesía de TripAdvisor



Ciudad del Cabo fotos
Esta foto de Ciudad del Cabo es cortesía de TripAdvisor

viernes, 27 de mayo de 2011

Una sonrisa... Por que no?

Sugerencia de un cartel para colocar en la autovía dos y en todos los accesos a Mar del Plata, (por las dudas de que algún "iluminado" quiera intentar alguna otra picardía) 


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miércoles, 25 de mayo de 2011

CURIOSIDADES CIENTIFICAS



QUITANDO LA MÁSCARA A LO PARANORMAL

La neurociencia a la caza de 

fantasmas, brujas, duendes y alienígenas

 ¿Y si lo paranormal no es tan anormal? ¿Y si lo paranormal es solamente

 un  engaño del cerebro? Muy interesante el enfoque de los autores sobre las 
alucinaciones que sufre nuestro cerebro.




por ANTONIO M. RON, MIGUEL ARTIME y JAVIER PELÁEZ
MADRID (Quo.es).

En el año 1955, mientras realizaba una operación de epilepsia, el neurocirujano canadiense Wilder Penfield estimuló una zona del cerebro de su paciente que le provocó un sobresalto. 
“Estoy abandonando mi cuerpo”, aseguró el sujeto mientras el médico estimulaba eléctricamente su giro angular. 
Aquella fue la primera demostración de que muchas de las impresiones supuestamente paranormales que experimentan algunas personas tienen una base neurológica que puede explicar el fenómeno.Décadas de experimentos y estimulación cerebral han llevado a los neurocientíficos a identificar las zonas del cerebro y los procesos que entran en acción durante una de estas experiencias. 
Abducciones, encuentros demoníacos, auras y demás experiencias místicas pueden tener una explicación científica algo más prosaica pero no menos fascinante. Éstas son algunas de las respuestas que da la neurociencia.



Estoy en el techo

“Si nos estimulan la corteza parietal derecha con un electrodo (mientras estamos despiertos y conscientes)”, escribe el prestigioso neurocientífico V. S. Ramachandran, “por un instante parecerá que flotamos cerca del techo y veremos nuestro cuerpo abajo”. 
La experiencia de abandonar el propio cuerpo no sólo está asociada con las vivencias cercanas a la muerte, el consumo de algunas drogas como la ketamina o situaciones extremas como las que viven los pilotos de caza, también ha sido recreada en el laboratorio. La clave está en estimular una zona concreta del hemisferio derecho del cerebro conocida como giro angular.
Siguiendo los pasos del pionero Wilder Penfield, el neurólogo suizo Olaf Blanke, del Hospital Universitario de Ginebra, ha comprobado los efectos de la estimulación de esta zona en alguno de sus pacientes. 
En diciembre del año 2000, una mujer de 43 años llamada Heidi entró en el quirófano del doctor Blanke para tratar de encontrar una solución a su epilepsia. Como en otros muchos casos, los médicos colocaron decenas de electrodos en su cerebro y los fueron activando alternativamente hasta llegar al giro angular. 
La mujer se detuvo entonces y les dijo a los doctores que se encontraba en el techo del quirófano y que veía su propio cuerpo desde allí arriba. “Estoy en el techo”, exclamó, “estoy mirando hacia abajo, a mis piernas. Les veo a los tres”.


En el año 2007, The New England Journal of Medicine publicó una experiencia parecida a cargo de médicos británicos y holandeses. 
Una mujer de 63 años aquejada de tinnitus (un ruido persistente en el oído) reportó que estaba saliendo de su cuerpo cuando los electrodos estimularon su giro angular, y que se encontraba a sí misma desplazada 50 centímetros por detrás de su cuerpo y un poco a la izquierda. Las experiencias duraban alrededor de 17 segundos y se descartó cualquier efecto placebo.
¿Qué sucede durante estos breves períodos de tiempo en que uno se siente fuera de su cuerpo? 
Los científicos aseguran que estas áreas del cerebro están directamente relacionadas con la percepción que tenemos de nosotros mismos, la orientación y el equilibrio vestibular. 
Una estimulación del giro angular derecho puede alterar esta percepción y provocar esta especie de ilusión de encontrarse fuera de uno mismo. ¿Y las personas que lo experimentan sin estimulación“artificial” de la zona? 
“Una explicación del fenómeno”, escribe Sandra Blakeslee en su libro “El mandala del cuerpo” (La liebre de marzo, 2009), “es la alteración en el flujo sanguíneo. Grandes arterias convergen cerca del giro angular dentro de nuestro cerebro. Si algo comprime esta área, nuestras sensaciones corporales pueden llegar a desorientarse. Podemos llegar a sentir que nuestro cuerpo está flotando sobre la mesa de operaciones o la escena de un accidente de tráfico”.

Una luz al final del túnel

James Whinnery es cirujano de la Marina estadounidense y lleva desde los años '70 realizando pruebas con pilotos de cazas. Para ello utiliza una centrifugadora con un brazo de 15 metros y una pequeña cabina que gira a toda velocidad y simula las fuerzas G que tienen que soportar los pilotos durante el vuelo. 
Durante los últimos veinte años, Whinnery ha sometido a la prueba a más de 500 pilotos para estudiar el fenómeno conocido como “black out”, el momento en que el cerebro de los pilotos empieza a quedarse sin oxígeno, se produce la visión de túnel y terminan perdiendo el conocimiento. 
De los 500 pilotos, al menos 40 vivieron la experiencia de salir de su propio cuerpo y algunos relatan experiencias parecidas a las cercanas a la muerte.
Durante las pruebas, los pilotos han llegado a alcanzar hasta 12G durante unos instantes, cerca del límite que les provocaría la muerte. Cada desmayo dura un promedio de entre 12 y 24 segundos y los pilotos relatan experiencias parecidas a las que otros compañeros han vivido alguna vez en vuelo: verse fuera del avión, sentado en un ala, o colocados junto encima de la cabina mientras se ven a sí mismos desde arriba. Entre el 10% y el 15% relatan experiencias similares a las cercanas a la muerte, con la característica luz al final de un túnel.
Esta experiencia tan común entre las personas que han sobrevivido a un accidente grave aún no tiene una explicación oficial, pero son muchos los indicios que apuntan a que la respuesta está en el cerebro. 
Algunos investigadores, como el doctor Richard Strassman, de la Universidad de Nuevo México, aseguran que la glándula pineal segrega un alucinógeno natural llamado Dimetiltriptamina (DMT) que produciría la experiencia del túnel y las visiones. 
Otros, como el doctor Birk Engmann, de la Universidad de Leipzig, aseguran que la ausencia de riego sanguíneo (anoxia) está detrás del carrusel de visiones que se desatan en el momento que precede a la muerte. La sensación placentera o de euforia, también descrita por los pilotos antes de los desmayos, se atribuye a la segregación de sustancias como la dopamina o la serotonina, aunque aún no está claro cuál es la respuesta exacta que está detrás de todos estas experiencias.
La doctora Willoughby B. Britton, de la Universidad de Arizona, ha hecho un estudio que plantea una tesis aún más atrevida. Para su experimento tomó a 23 sujetos que habían tenido una experiencia cercana a la muerte y un grupo de control sin experiencia ni ningún tipo de estrés post-traumático. 
Tras escanear sus cerebros mientras dormían, descubrió que los patrones de sueño de unos y otros eran muy diferentes y encontró que una parte significativa (hasta un 20%) de los que habían visto la luz al final del túnel mostraban el mismo patrón en el lóbulo temporal que los enfermos de epilepsia y mayor actividad en la zona asociada con las vivencias místicas y religiosas. 
En su opinión, estas diferencias son significativas e indican que la diferencia de actividad en el lóbulo temporal tiene que ver con las alucinaciones generadas durante las experiencias cercanas a la muerte.

¿Auras? ¿Energía? No, sinestesia

Si hacemos caso a los parapsicólogos, parece que los seres humanos caminamos por la vida irradiando un halo de “energía vital” a nuestro alrededor que ellos conocen como “aura”. Aparte de que la existencia del alma o de los “chakras” no se sostiene empíricamente, la ciencia empieza a encontrar otras posibles explicaciones a la percepción del fenómeno en algunas personas, relacionadas con una propiedad del cerebro conocida como sinestesia. 
El grupo de investigación de Neurociencia Cognitiva de la Universidad de Granada lo define como “una facultad poco común que tienen algunas personas, que consiste en experimentar sensaciones de una modalidad sensorial particular a partir de estímulos de otra modalidad distinta”. 
Es decir, personas que ven una letra o una nota musical y la asocian automáticamente a un color, entre otras sensaciones.
Un estudio publicado en 2004 por el doctor Jamie Ward, de la Universidad de Londres, documentaba el caso de una paciente capaz de identificar auras de colores sobre las personas debido a un caso de sinestesia emoción-color. 
A pesar de que ella no creía tener ningún tipo de poder sobrenatural, identificaba las personas a las que conocía con un color determinado y esta respuesta emocional le hacía ver un “aura” alrededor de ellos cuando los tenía frente a sí. Algunos neurocientíficos se plantean si este modo de sinestesia no puede estar detrás del fenómeno conocido durante siglos como aura. De este modo, lejos de tener que ver con vagas energías y espíritus indetectables, el aura tendría su origen en una peculiaridad del lóbulo parietal de algunas personas.
En cualquier caso, cada vez que se ha sometido públicamente a prueba la supuesta capacidad de uno de los autoproclamados “detectores de auras” los resultados han dado la razón a los escépticos. 
El mago James Randi llevó a uno de estos individuos a su programa y no fue capaz de asociar correctamente las personas que se escondían detrás de un biombo con sus respectivos halos energéticos. En otros casos, los supuestos videntes no han sido capaces de saber siquiera que lo que se escondía detrás del biombo no era una persona sino un maniquí.

Íncubos, abducciones y falsos recuerdos

Algunas de las experiencias esotéricas más conocidas tienen como protagonistas a los llamados “visitantes de dormitorio”. Criaturas demoníacas que poseen nuestro cuerpo, alienígenas que nos secuestran en mitad de la noche y nos someten a todo tipo de pruebas o vejaciones. 
Afortunadamente, si usted ha tenido una de estas experiencia parece casi descartado que sufra un trastorno mental grave. Lo que indica la ciencia es que casi con total certeza ha sido víctima de un episodio de “parálisis del sueño” y de una alucinación hipnogógica.
Mientras dormimos, nuestro cuerpo queda parcialmente paralizado, entre otras cosas, para evitar sobresaltos innecesarios y que nos pongamos a dar pedales si soñamos que estamos subiendo el Tourmalet. 
En ocasiones, en este estado “hipnogógico”, la persona recobra momentáneamente la conciencia y sigue paralizado durante un buen rato. En este estado entre la vigilia y el sueño se producen alucinaciones bien documentadas en los laboratorios del sueño. 
La persona no se puede mover y siente que la trasladan o que seres imaginarios la secuestran y manipulan. Aunque la víctima asegura estar despierta y recordar todo lo que sucedía a su alrededor, los experimentos demuestran que buena parte de los sujetos ni siquiera abre los ojos.
Estas alucinaciones han sido interpretadas de diferente manera en función de la época y la cultura. Durante siglos, en Europa, las víctimas de este fenómeno hablaban de visitas de íncubos y súcubos, o de brujas que les llevaban a volar en plena noche. 
En China se interpreta como la visita de un fantasma inoportuno, en Nigeria es un “demonio en tu espalda” y en Turquía es una criatura que se sienta en el pecho y roba la respiración. En la sociedad occidental, al cambiar los parámetros culturales, se cree que muchos de los testimonios de supuestas abducciones alienígenas no son más que una reinterpretación de este mito causado por la parálisis del sueño y por el fenómeno de los “falsos recuerdos”.

Otros delirios

La evolución de nuestro cerebro le ha llevado a desarrollar algunas características muy peculiares pero esenciales para nuestra supervivencia. Por un lado tiende a recopilar los fragmentos de información y a completar los huecos, y por otro es especialmente bueno en el reconocimiento de caras. Éstas y otras características explican un fenómeno conocido como “pareidolia”, el que lleva a algunas personas a distinguir la cara de un santo en las humedades del techo o los ojos y la boca del hombre en la Luna. Es decir, vemos caras o patrones reconocibles donde sólo hay estímulos al azar.
Nuestra capacidad para juntar información e interpretarla puede habernos proporcionado una ventaja evolutiva. Para explicarlo, siempre se pone el ejemplo del hombre primitivo que ve varias manchas amarillas tras un matorral y cuyo cerebro decide interpretar que detrás hay un tigre: es probable que el que no reuniera la información a tiempo no consiguiera que sus genes llegaran muy lejos. Por otro lado, la capacidad para reconocer caras frente a cualquier otra disposición geométrica en el espacio, se ha comprobado sistemáticamente en los bebés y tiene un componente innato.
De acuerdo con la neurociencia, el fenómeno psicológico de la pareidolia está detrás de experiencias paranormales tan variadas como las apariciones marianas, la visión de ovnis o las experiencias con fantasmas. Como sucedía con las visiones de dormitorio, tendemos a interpretar estos sucesos en función de unos patrones culturales que ya tenemos y que el cerebro utiliza a modo de filtro. Este tipo de ilusiones no son solo visuales, sino también auditivas. 
El famoso experimento del psicólogo Christopher French, que en España emula con gran éxito el periodista Luis Alfonso Gámez, consiste en reproducir un fragmento al revés de una canción de Led Zeppelin ante un auditorio. Cuando el experimentador da unas pautas para interpretarlo en términos satánicos, nuestro cerebro ya no puede dejar de oírlo.
Todos estos fenómenos, y muchos otros, empiezan a ser aclarados a la luz de la neurociencia y otras ramas experimentales. 



Aún queda un largo camino por recorrer, pero el conocimiento de nuestro cerebro permitirá algún día conocer perfectamente los mecanismos que nos llevan a extremos como la visión de alienígenas, fantasmas y a generar todo tipo de supersticiones. 
Hasta entonces, no podemos más que agarrarnos a lo que dicen los experimentos y los hechos que se pueden probar en un laboratorio. Si existe algo real fuera de nuestras propias imaginaciones, sin duda se investigará. Hasta entonces habrá que descartar todo aquello que se mueve en esa difusa frontera que separa nuestras creencias de las alucinaciones.