viernes, 17 de junio de 2011

VILLA LA ANGOSTURA - UN DESASTRE NATURAL

Unas tres mil personas ya dejaron la ciudad pero se estima que serán más luego de que ayer, el gobierno neuquino adelantara el receso escolar de invierno que se extenderá hasta el 22 de julio. Sólo el 40% de la población tiene luz, otros tantos no tienen agua potable
Por las cenizas, un cuarto de la población abandonó Villa La Angostura

Crédito foto: NA
La compleja situación por las cenizas se agrava ya que además de los problemas con el suministro de electricidad y agua, cerca de 3.000 personas del total de 11.087 habitantes de la ciudad decidieron dejar sus viviendas.
Esto, sumado a la resolución 0762 del Consejo Provincial de Educación, que dispuso el receso invernal para todos los establecimientos educativos de distintos niveles y modalidades de enseñanza a partir de anteayer y por más de un mes, aceleró la decisión que algunos estaban postergando.
Sin embargo, la situación no es fácil. Las familias se dividen y mientras las mujeres y los niños parten hacia casas de familiares, los jefes de hogar se quedan por sus trabajos y para cuidar sus propiedades según informa un matutino.
Y entre los que se quedan están los voluntarios que acuden de manera diaria para conformar grupos de ayuda a quienes no pueden limpiar techos o casas. Las organizaciones de la ciudad también aportan su personal y las fuerzas de seguridad como el Ejército, que desplegó 110 hombres y 40 vehículos.
Cabe señalar que todo esto significa que la temporada de esa Villa turística, esta perdida. 

Y esto último, sabemos lo que representa. Los marplatenses también somos una ciudad turística; ofrecemos servicios turísticos y también sabemos que la economía regional se resiente cuando las temporadas no son buenas. Imaginemos una catástrofe que nos dejara sin playas durante todo un verano y tendremos una idea aproximada del drama que atraviesa Villa la Angostura y sus habitantes.

Para nosotros además, como guardavidas tiene un agregado; un compañero y amigo se encuentra desde hace muchos años trabajando y viviendo en esa hermosa localidad cordillerana, haciendo un gran trabajo por el Salvamento Acuático, creando numerosos puestos de trabajo para guardavidas y sabemos que por las responsabilidades que asumió en esa sociedad está trabajando a destajo como tantos otros, enfrentando la adversidad.

Para el y a través suyo, van nuestros mejores sentimientos para todos los habitantes de Villa la Angostura. Sabemos de su capacidad y tesón. De modo que desde estas líneas le hacemos llegar un fuerte abrazo y nos ponemos a su entera disposición.

Todo pasa. Pronto será un mal recuerdo.  ¡FUERZA, MARCOS!

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