domingo, 25 de marzo de 2012

SERIE MALVINAS 4

SI NO SE TE HACE UN " NUDO" EN LA GARGANTA, POR FAVOR CAMBIÁ DE PAÍS...


Cuando la derrota era inminente, el jefe del Regimiento 7, tte. cnel. O. Giménez, propuso a los oficiales enterrar la bandera para que no quedara en poder del enemigo.De inmediato se cumplió la orden. Pero dos jóvenes oficiales, los tenientes Jorge Guidobono y Miguel Cargnel se presentaron ante sus jefes. En medio de la lluvia de balas plantearon su disconformidad: el pabellón nacional no debía estar bajo tierra, ni tampoco podía entregarse al enemigo. Giménez aceptó la propuesta de los jóvenes tenientes.
Desenterraron la bandera, la sacaron del plástico que la cubría, la desarmaron y se distribuyeron las partes (el paño, la corbata, cinco distinciones y tres medallas) entre varios oficiales y suboficiales.
De la bandera en sí se encargó el tte Guidobono. De la corbata, Cargnel. El tte R Colom escondió una distinción en su bota. El mayor C Carrizo Salvadores tomó otra y la colocó debajo de su cinturón, el subtte A Luque puso otra en su guante. Así fueron ocultando los fragmentos, adosándolos con cinta adhesiva.
Terminó el combate. El grueso de los soldados fue transportado en el buque Canberra rumbo al continente. Pero algunos hombres fueron tomados como prisioneros de guerra. El destino hizo que Cargnel (por ser paracaidista) y Guidobono (por ser jefe de Comunicaciones), fueran llevados en avión a San Carlos y separados del resto de sus camaradas.
Durante quince días los mantuvieron prisioneros dentro de un frigorífico. Guidobono, con la bandera envuelta en el torso, se las ingenió para no ser descubierto en el cacheo. Luego los embarcaron y permanecieron otros quince días a bordo, sin zarpar. Fue entonces cuando ocurrió algo inesperado.
Los prisioneros fueron obligados a desnudarse. A pesar de que el tte Guidobono quiso disimularlo, un soldado enemigo descubrió la bandera. Le ordenó que la entregara. El tte se negó. El soldado gritó su orden nuevamente. Guidobono, con calma, respondió que no entregaba la bandera. La tensión se percibía y en medio de ese silencio eterno, el guardia cargó su fusil.
Alarmado por los gritos, un oficial enemigo se acercó e intentó convencer al tte argentino de que entregara el paño. Guidobono movía la cabeza negando: la bandera no la entregaba. El oficial pareció comprender que podía generarse una situación incontrolable. Allí terminó el episodio. Todas las partes del pabellón se reunieron en Buenos Aires.
Hoy, la bandera de guerra del glorioso Regimiento 7, ese que nos hace emocionar por su coraje en el combate de Longdon, se conserva en la sala histórica del cuartel, en la localidad Arana, vecina a La Plata. Cada 11 de junio, la bandera veterana de Malvinas desfila ante los soldados del Regimiento.


Texto aportado por Jorge Miranda
Imagen aportada por Diego Fernandez
De: LA ARGENTINIDAD...AL PALO!!





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