Las circunstancias hacen que muchas veces haya actitudes que sirven para construir y hay de las que destruyen.
Cuando ocurre que la falta de respeto y la mala educación, no solo se manifiestan, sino que además se pretende justificarlas, o que son normales, o que deben dejarse pasar como si carecieran de importancia, es cuando nos tapó el agua.
Es en la falta de respeto, en la desconsideración, en la mala educación donde se alimentan muchas de las graves cosas que ocurren en la sociedad.
Es muy difícil no estallar cuando a uno le faltan el respeto.
Pero siempre hay oportunidades para reparar esa falta, como está visto; una pequeña actitud de reparación merece una respuesta reciproca. Que se entienda; se trata de proporciones y de que nobleza obliga, más allá de sentimientos.
Actitudes. De eso se trata.
La falta de respeto que es tomada con ligereza es tremendamente ofensiva y además de mostrar la baja calidad del que es autor del destrato que se infringe a las personas, es un signo de decadencia cultural y social.
No obstante, como dice el título, hay cosas que suman.
Siempre va a ser mejor sumar que restar, en lo que a respeto se refiere.
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