El General Perón siempre mostró predilección por un tipo de mascotas, los perros. Puntualmente, de raza "Caniche". A lo largo de varias etapas de su vida, eligió la compañía de tan fieles amigos y los cuidó con vocación. El veterinario de los amigos cuadrúpedos de nuestro amado General Perón fue el Dr. Guillermo Carlos Segata, quien se ocupaba en "Paul Hnos", la veterinaria de mayor prestigio en cuanto al cuidado de pequeños animales en la década del 50. Sus primeros perros fueron "Tinolita" (pertenecía a Evita) y "Monito" (pertenecía al General), quienes tuvieron cría ("Canela" y "Negrita") y acompañaron a nuestro amado General Perón en el injusto y prolongado exilio en Madrid. Esta faceta nos agiganta, como si esto fuera posible, la inmensa dimensión humana que el General Perón poseía. Una cálida y cariñosa forma de respetar todas las formas de vida.
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